Sin camal, los problemas aumentaron. Por Jennifer Díaz

Desde que el Ministerio de Ambiente y el Municipio de Rumiñahui tomaran la decisión de cerrar el camal de Sangolquí, por malas prácticas ambientales, ocasionando que los problemas de salubridad incrementen.

Los integrantes de la Asociación de Introductores de Ganado Menor se han visto en la necesidad de improvisar camales clandestinos en sus propias casas. Los patios y zaguanes se han transformado en lugares de matanza y preparación de los animales, en especial el cerdo. Este tipo de ejercicio aumenta el inconveniente de contaminación ambiental, debido a que los lugares de faenación se han multiplicado considerablemente, hasta el año 2016 existían 74 lugares ilegales de matanza.

En el año 2012, el Municipio decidió retirar el centro de faenamiento a causa de las multas impuestas por el Ministerio de Ambiente, debido a que el lugar mantenía malas prácticas y no daba abastecimiento a la demanda de animales que llegaban al sitio.

Los moradores del barrio San Marcos, donde se ubicaba el camal, realizaron diversas manifestaciones y cartas al alcalde Héctor Jácome, para el cierre del mismo. Exponiendo que los malos olores afectaba directamente a  las familias del sector, como lo explica Nicole Salazar, residente.

Con el cierre del camal, se intentó solucionar el problema de un barrio. Lo único se le logró es acrecentar el problema de desaseo e insalubridad. En sectores, Selva Alegre y San Fernando, se han implementado “mini-camales”, lo cual molestó a los ciudadanos del cantón.

“Las circunstancias obligaron a trabajar en nuestras casas. Es la actividad de familias completas para poder vivir”, Fabián Iza, exdirigente de la Asociación. Indicó que en ocasiones acudieron al Municipio para fomentar la construcción de un nuevo lugar de faenación, sin recibir respuestas concretas, tan solo promesas y convenios. (

Otro inconveniente que se suma a los problemas de los faenadores, es la sanción de USD 4, clausura y decomiso del producto (Ley de Sanidad Animal), si una persona practica el faenamiento animal en lugares no apropiados ni equipados.

El Alcalde reconoció en diferentes entrevistas, que el proceso de contrucción de un nuevo centro de faenación, se encuentra en los proyectos del Municipio, aunque con complicaciones.

Despues de 5 años, se firmó un compromiso con la Empresa Pública Santa Bárbara. La construcción se llevara acabo en un terreno de la Universidad de las Fuerzas Armadas, ESPE, en el sector de Loreto.

La obra del nuevo camal se calcula en $10,2 millones. “Parte de los recursos se los tiene. La otra parte se pedirá al Banco del Estado”, informó la máxima autoridad del cantón. El Banco del Estado aprobó el préstamo de $ 6,5 millones.

El nuevo camal se encontrará totalmente equipado para faenar 20 reces por hora y 40 porcinos por hora, en jordana de 7 horas. Se espera aumentar su capacidad a mil diez cerdos y reces por año, con proyecciones a una segunda etapa, donde se ampliará para otros animales. Se contara con tecnología de punta y el proceso se realizara bajo la normativa ambiental vigente para no tener ningún altercado.Se estima que la obra se termine en un año aproximadamente.

Con el nuevo proyecto se espera que el problema ambiental que invade al cantón se solucione y los camales clandestinos cierren indefinidamente. Los comerciantes, faenadores e integrantes de la Asociacin de Introductores de Ganado Menor, tienen una gran esperanza en este proyecto, aunque se estima que el centro de cárnicos se encuentre terminado lo mas pronto posible y no quede en promesas por parte de las autoridades, como ya han recibido antes.

CONCLUSIÓN

En Sangolquí, conocida por su hornado y sus platos típicos, si es necesario un camal, donde los comerciantes de ganado puedan matar y vender su carne, en instalaciones adecuadas donde se lleve a cabo medidas de protección ambiental.

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