Un lugar olvidado dentro de la Universidad Central del Ecuador por Estefanía Cruz

40.000 documentos patrimoniales de la UCE, reposan en su área histórica.

En el área histórica, el olor a humedad, químicos y otros productos, encierran en cada rincón de este sitio el esfuerzo por reconstruir documentos y libros de hace 533 años, los mismos que están siendo olvidados por la comunidad universitaria, debido al desconocimiento de la existencia de este lugar.

El fondo histórico de la UCE, se encuentra ubicada en el sector de la Biblioteca General y actual Hospital del Día de esta prestigiosa Alma Máter. Este espacio, es uno de los repositorios de libros más grandes del Ecuador, debido a que cuenta con cerca de  40.000 documentos desde el año de 1485 hasta 1960, lo afirmó Ariel Vizcaíno, ingeniero químico encargado de este lugar. En el año 2012, el rector encargado de la UCE, Edgar Samaniego, solicitó mediante un contrato al SENPLADES incrementar recursos al proyecto “Construcción de la Biblioteca General de la UCE”, por un monto de USD $1.200.000,00, a ser financiado con recursos del Grupo de Gasto 53, con la finalidad de dotar con equipamiento tecnológico, de seguridad y servicios para el funcionamiento de la Biblioteca General de la UCE, parte de estos recursos fueron empleados para la reconstrucción del fondo histórico de la Universidad.

Al fondo histórico, llegan libros en condiciones deplorables, consumidos por hongos, plagas, roedores e insectos.  Actualmente se encuentran en el área de cuarentena y esperan una pronta evaluación histórica para continuar con su proceso de conservación o para ser dados de baja definitivamente.

Cuando uno camina por los pasillos de este lugar, observa sobre una puerta la palabra cuarentena. Se trata de un rincón oscuro destinado a guardar, en observación constante, varios documentos en condiciones precarias. Además se evidenció la existencia de salas acopladas específicamente  para dar tratamiento a estos documentos. Y se observó maquinas mediante las cuales se procede a fumigar, limpiar y aspirar, una a una, las páginas de estos libros.

La falta de profesionales, y el desconocimiento de este lugar preocupan a sus encargados.

Ariel V, ingeniero químico encargado de este lugar, menciona que,  desde la creación del Área Histórica de la UCE, este sitio cuenta con aproximadamente 40.000 documentos patrimoniales de los cuales, el uno por ciento ha logrado ser restaurado. También señala que este lugar no cuenta con profesionales para todas las áreas. “Actualmente estamos trabajando solamente tres personas en este lugar: Katherine, una estudiante de ingeniería química, que se encuentra elaborando su tesis, sobre la creación de un nuevo fungicida para bibliotecas; Dayana, encargada de la parte de conservación, y mi persona a cargo del área de química. No basta poseer tecnología avanzada y de calidad, nos hace falta también un especialista informático que nos  ayude con la parte de digitalización de los libros”, indicó.

“Yo desconocía la existencia de este lugar, si no era por la elaboración de mi tesis que me tocó hacer aquí. Jamás, a lo largo de toda mi vida universitaria, me hubiera enterado que en la Central  existen libros actualmente considerado como obras valiosas y certificados como patrimonio cultural del Ecuador”. Señaló Katherine C.

Lo que dicen los estudiantes.

Karla Lalangui, Karen Álvarez; Jessica Aymacaña, estudiantes de quinto semestre de la Facultad de Comunicación Social,  señalaron que no conocían la existencia de este lugar, y mucho menos donde se encontraba este sitio. Las tres estudiantes indican que es importante difundir más información de este lugar, debido a la importancia que representa este sitio para la Universidad. Además mencionaron su interés por conocer el área histórica de la UCE.

Un docente relacionado con este sitio.

Juan Carlos Jurado, docente de la Facultad de Comunicación Social, señala que conoció el área histórica de la Universidad por cuestión personal. Su curiosidad lo llevo a descubrir la existencia de obras de siglos anteriores presentes en este fondo. Califica como “verdaderas joyas” a todos los documentos y libros que hoy en día reposan allí. Su arduo conocimiento y relación con el área histórica, incentivan al docente para que actualmente trabaje en este sitio  y contribuya conjuntamente con los tres encargados a la restauración del patrimonio tangible de la gloriosa Universidad Central del Ecuador.

CONCLUSIÓN

Es de suma importancia que los  estudiantes, docentes y todos quienes conforman la comunidad universitaria de la Central, conozcan, colaboren y visiten este lugar para que, el patrimonio cultural de la Universidad no se pierda.

Deja un comentario