Talleres de la FACSO vista a partir de los estudiantes.

La Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador, como en cada semestre acostumbra a tener una semana de actividades optativas.

El día 12 de noviembre, los estudiantes de la Facultad de Comunicación Social  comenzaron la semana de talleres, para algunos necesaria para la complementación de la malla curricular, para otros una pérdida de tiempo por falta de organización de las autoridades.

Particularmente, una semana antes de desarrollarse las actividades optativas, los estudiantes deben matricularse manualmente en el auditorio “Pedro Jorge Vera”. Isaac Tapia comenta que se siente indignado por este proceso, “existen varios estudiantes que viven lejos de la Universidad y les resulta complicado llegar a tiempo para escoger el taller de su preferencia e incluso, en ocasiones se han quedado sin cupo disponible. Además que en la extensa fila que se forma en la Facultad, hay estudiantes, que valiéndose de la <<viveza criolla>> logran penetrar las filas irrespetando a los demás compañeros”.

Luego del caos en el proceso de matrículas, los estudiantes iniciaron el taller el día lunes a las ocho de la mañana, aunque en algunos casos iniciaron horas más tardes. Como cuenta Leonardo Revelo que estuvo en taller 23, “el profesor no respetó los horarios establecidos y las clases comenzaban después de las ocho de la mañana. Hubo ocasiones en que los estudiantes llegaban tarde y los dejaba entrar como si nada. Cosas como esas se deberían corregir en la Facultad”.

Por otra parte, para estudiantes como Salomé Criollo que estuvo en el taller 17, la semana de talleres se desarrolló con total normalidad, no hubo ningún inconveniente y se llevó una grata experiencia. “Recibí cosas muy importantes acerca sobre la fotografía que desconocía, el profesor tocó temas muy importantes, al final del taller realizamos un proyecto acerca del árbol genealógico que me pareció muy agradable”.

En esta semana varios estudiantes tuvieron que acoplarse a un horario distinto al que usualmente llevan en clases regulares. Como es el caso de Isabela Ortiz ( que comentó que, a pesar de haber estado a gusto en su taller, “el profesor nos tuvo todo el tiempo realizando una serie de ejercicios que para un rato estuvo bien, pero no para toda la semana del taller”.

Otros aspectos como los recursos que proporcionados para ciertos talleres son escasos y simplemente no existen. Paola Elizalde comenta que “dentro de la Facultad no hubo la apertura en cuanto hacía los materiales requeridos por el profesor, pero a pesar de eso él supo desarrollar muy bien su curso optativo”.

Por último, Wen Armijos añade que su taller de resultó ser muy positivo para ella: “Sí, mi taller se enfocó en el arte, la hipercultura y una mirada crítica del estado del arte. Los textos nos dan herramientas para ser críticos”.

Las actividades optativas concluyeron el día viernes dieciséis de noviembre, a las dos de la tarde para los estudiantes de la mañana y a las nueve de la noche para estudiantes de la tarde. A pesar de las opiniones vertidas por parte de los estudiantes, encontramos varias irregularidades que la Facultad deberá hacerse cargo, pero a pesar de eso hubieron algunos estudiantes que supieron sacarle provecho a esta semana para complementar con su malla curricular.

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